Carlos Alejandro Soria Vildòsola

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Lugar: Argentina

domingo, 26 de julio de 2009

BIOGRAFÍA DE CARLOS ALEJANDRO SORIA VILDÓSOLA (escrita como un homenaje de su familia en el Día del Padre)

Carlos Alejandro Soria Vildósola nació en Santiago del Estero (Rep.Argentina), el 1 de febrero de 1933. Fue el segundo de los tres hijos de RAÚL ARTURO SORIA PAZ, destacado abogado nacido en la santiagueña ciudad de La Banda, que fuera Juez del Crimen, Diputado Provincial por el Partido Demócrata Nacional y Presidente del Superior Tribunal de Justicia de Santiago del Estero. Hombre que hiciera un culto del proceder intachable en todos los aspectos de su vida. (Era uno de los 16 hijos del matrimonio formado por don Héctor Soria, ilustre vecino de La Banda, localidad que lo nombrara presidente de su primera Comisiòn Vecinal ; y de doña Segunda Paz de Soria, educadora de inteligencia brillante, discípula de Amadeo Jacques y amiga de su hija Francisca Jacques) y de JOSEFA VILDÓSOLA GALDIZ, distinguida y muy recordada educadora que fuera Directora de la Escuela Normal de Profesores ¨Manuel Belgrano¨ de Santiago del Estero - prima segunda del escritor Julio Florencio Cortázar - cuyos padres, españoles, fueron: don José Vildósola, acaudalado comerciante y doña Martina de Gáldiz y Landeta, de aristocática estirpe (era hija de don Daniel de Gáldiz y Aurrecoechea, marino y bohemio, que abandonó su posición y su rango para venirse a la Argentina con su familia; y prima hermana de don Rafael de Gáldiz y Albízuri, ingeniero, Ministro de la Obra Pública del gobierno de Alfonso XIII, y de don Victoriano de Gáldiz y Albízuri, médico psiquiatra, profesor de la Universidad de Madrid y Senador a Cortes del gobierno de Alfonso XIII)
Carlos Alejandro heredó: de su madre, sus facciones y su carácter eminentemente sociable; de su padre, el amor por la familia y su rectitud en el obrar; de su abuela Segunda el gusto por la literatura y la poesía; de su abuela Martina el interés por la genealogía, por la historia de las casas reales y la historia de su propia familia; y de su tío Héctor Soria Paz - destacado médico tisiólogo radicado en Córdoba, discípulo de Gumersindo Sayago - el amor a la Medicina y su dedicación a sus pacientes .
Cursó sus primeros estudios en su provincia natal, egresando del Colegio Nacional ¨Absalón Rojas¨como Bachiller, oportunidad en la que recibió la medalla de oro de su promoción.
Recién egresado se trasladó a la ciudad de Córdoba para estudiar Medicina. Una vez graduado hizo su especialización en la Cátedra de Dermatosifilografía del Hospital de Clínicas, teniendo como profesores a los eminentes especialistas Dres. don Rafael Garzón Ahumada, don Luis Argüello Pitt, don Enrique Tello y don Ramón Argüello. Fue jefe de prácticos de la Cátedra de Piel del Hospital de clínicas. Trabajó en el Sanatorio Mayo bajo la dirección de otro destacado especialista el Dr. Carlos Consigli y se hizo cargo del Servicio de Piel del Hospital Español al retirarse el Dr. Rafael Garzón Jiménez. Al mismo tiempo iba los fines de semana cada 15 días a atender el leprosario de San Francisco (Córdoba); y cada 15 días también, semana de por medio, viajaba a Sgo. del Estero donde veía a sus pacientes en el consultorio que, muy gentilmente, había puesto a su disposición un conocido médico de la ciudad capital: el Dr. Raúl Luis Elli.
En los años 60, colaboró con el Dr. Roberto E. Biagini - con quien trabajaba en el Sanatorio Mayo de la ciudad de Córdoba - en su estudio sobre el H.A.C.R.E. (Hidroarsenicismo crónico regional) en Monte Quemado , prov. de Sgo. del Estero.
Por esa época comenzó a incursionar en la Cirugía Plástica dirigido y alentado por el Dr. Rafael Garzón Jiménez, actividad que abandonó prácticamente cuando decidió vivir en Santiago del Estero.
En 1965, todavía en Córdoba, contrajo nupcias con MARÍA ADELA ARGÜELLO, hija de Enrique Argüello (descendiente, por parte de padre, de tradicionales familias cordobesas dueñas de las entancias Ascochinga, La Granja,y  Santa Catalina; y emparentado con la nobleza europea, por parte de su madre. Era hijo de Enrique de Argüello Rueda y Díaz Allende y de María Adela Augusta Fautario de Monche , hija de Camile de Monche -francesa - y de Silvio Fautario -italiano - y nieta del conde francés Augusto de Monche y del príncipe italiano Samuel Fautario); y de Hilda Rosa Peregrina Gottardi Marasso, (hija de Güerino Jerónimo Gottardi -y nieta del conde italiano Pietro Gottardi - y de Rosa Marasso Rocca, hermana del destacado poeta, escritor y humanista, que fuera Miembro Correspondiente de la Real Academia Española, Prof. Arturo Marasso Rocca ).
En abril de 1966 volvió a Santiago del Estero.
De su matrimonio nacieron cinco hijos:
En 1966, María Alejandra de las Mercedes - nacida en Córdoba - abogada, Juez de Familia, casada con Nicolás Enrique Juárez Villegas, abogado (hijo de Nicolás Adolfo Juárez y de Martha Lelia Villegas Beltrán) y madre de María Teresa y Josefina.
En 1967, Carlos Enrique, CPN, casado con Analía Arce Moyano, CPN, (hija de Alfonso Arce Viaña y de Felisa Anabel Moyano) y padre de María Mercedes, Carlos Gonzalo , María Paula y Joaquin.
En 1969, Mariano, médico, Doctor en Medicina y Cirugía Plástica, casado con Claudia Fonzo (hija de Emilio Fonzo y de Marta Rosatti) y padre de María Antonella y Mariano Gastón.
En 1972, José Luis,  fallecido al nacer.
 Y en 1975, Federico José, abogado, radicado en Córdoba.
En Santiago del Estero, además de su consultorio, se hizo cargo del Servicio de Piel del Hospital Independencia y fue, por muchos años, médico ad honoren del Patronato del Enfermo de Lepra.
Agrupó a los colegas de la especialidad y fundó con ellos la ASOCIACIÓN SANTIAGUEÑA DE DERMATOLOGÍA.
Colaboró con el Dr. Rafael Garzón Jiménez en la fundación de la F.A.D. (Federación Argentina de Dermatología) de la que fuera presidente.
Tomó parte en la organización de numerosos congresos de la especialidad, locales , nacionales e internacionales, siendo disertante en muchos de ellos.
Escribió una síntesis de la dermatología en Santiago del Estero a pedido del Dr. Rafael Garzón Jiménez que incluía los nombres de todos los dermatólogos que se habían desempeñado en Santiago del Estero hasta esos días.
Cuando, el 19 de junio de 1970 se fundó el SANTIAGO DEL ESTERO GOLF CLUB, él fue socio fundador, integrando la primera Comisión Directiva como prosecretario.
Ciclista entusiasta, participó, junto con un grupo de amigos y colegas, de una peregrinación en bicicleta al Santuario de Nuestra Señora del Valle, cruzando los cerros que separan Catamarca de Sgo. del Estero.
Caminador infatigable, disfrutaba, cada vez que sus ocupaciones se lo permitían, de realizar largos paseos, de más de cinco kilómetros, que parecían renovar sus energías.
En el año 2000, el Patronato del Enfermo de Lepra lo distingue como ¨MÉDICO BENEFACTOR¨
En el 2006, la Asociación Santiagueña de Dermatología lo declara ¨MAESTRO DE LA DERMATOLOGÍA SANTIAGUEÑA¨.
Fue un médico completamente dedicado a su profesión, con una profunda sensibilidad social que se puso de manifiesto en la atención ad honoren de los enfermos de lepra y en el tiempo que dedicaba a sus pacientes , no retirándose del hospital ni de su consultorio hasta que no atendía a la última persona que lo estuviera esperando, sin importar el horario, con lo que su hora de almuerzo oscilaba generalmente entre las 14 y las 15, al igual que su cena que lo mismo podía ser a las 22, 23, o 24.
Atendía gratuitamente en el consultorio a mucha gente que no podía ir al hospital y les daba los remedios. Muchas veces decía: ¨Estos remedios van a ser para uso familiar¨ y los guardaba en un cajón aparte en donde no duraban más que un rato pues al primer paciente necesitado que llegaba se los entregaba.
Era proverbial su ¨ojo clínico¨ le bastaba una rápida mirada a la lesión para dar su diagnóstico que era siempre certero.
Su memoria era increíble, recordaba cada producto medicinal y sus componentes, los nombres y las historias clínicas de sus pacientes aunque lo hubieran consultado por última vez muchos años atrás.
Jamás olvidaba una cara y la reconocía aún en las fotos de los diarios.
Vigoroso e increíblente activo, parecía no cansarse nunca. Soportó los años de su enfermedad sin quejarse jamás, como si no sintiera ningún dolor, una molestia, tal vez. Se recuperaba con notable rapidez de las grandes operaciones a que fuera sometido y seguía trabajando como si no hubiera pasado nada.
Criado en una familia de arraigada fe católica, no faltó nunca a la Misa del Domingo a menos que estuviera muy enfermo.
De joven perteneció a la J.A.C. (Juventud de Acción Católica).
Su padre le había trasmitido un gran amor por la Virgen del Valle, de la que tenía una pequeña imagen que lo acompañaba en todos sus viajes y era lo primero que buscaba al tiempo de preparar su equipaje.
Jamás, por ninguna razón, dejó sus oraciones de la noche, antes de dormir; al despertarse por la mañana; al acostarse a la sieta y al levantarse luego.
Los últimos 10 años de su vida se daba tiempo también para rezar el Santo Rosario y la Coronilla a la Divina Misericordia.
Ya enfermo, comenzó a comulgar los primeros viernes de mes en honor del Sagrado Corazón de Jesús.
Con su organismo totalmente minado por el cáncer y con sólo tres millones de glóbulos rojos, atendió su consultorio hasta el 22 de agosto de 2007, día en que ¨descubrió¨que las escaleras eran ¨un poco largas¨ y decidió ¨descansar por unos días¨. Falleció en su casa el siguiente 16 de septiembre.
A pesar de sus ansias de vivir y de sus ruegos, no consiguió la salud porque esto no estaba en los planes del Señor para su vida, pero la Madre y el Hijo le concedieron una santa muerte, sin los dolores que eran de esperarse por su enfermedad. Pocos días antes había recibido, con total lucidez y aceptación la Unción de los Enfermos que le administrara el Padre Mario Martín Marnero, quien, como guiado por el Espíritu Santo, se había presentado en la casa con ese fin.
Amó mucho a su familia, a sus padres, sus hermanos , sus tíos, primos, sobrinos, antepasados y parientes políticos. Era feliz cuando podía tenerlos a todos juntos.
Hizo un culto de la amistad.
Sus hijos fueron su mayor orgullo y sus nietos su gran alegría.