Carlos Alejandro Soria Vildòsola

Mi foto
Nombre:
Lugar: Argentina

martes, 15 de enero de 2013

ENRIQUE DE ARGUELLO DÍAZ YGOTTARDI


GENEALOGIA:
   Descendiente de una familia de rancia estirpe cordobesa, a cuyos ascendientes por la rama paterna situamos en el país desde el año 1500, sus antepasados fueron dueños de las  estancias Ascochinga, La Granja y Santa Catalina,  que perteneciera a los Jesuitas y , a la salida de estos del país,  ´´fuera adquirida en pública subasta por Francisco Antonio Díaz, perteneciente a la ilustre familia Díaz y Santander,  hombre de lustre poseedor de una cuantiosa fortuna´´(Lazcano Colodrero) , cuyos descendientes se unieron por varias ramas a las familias Argüello, Allende, Bravo, Nuñez, Frías, Campins, De la Torre y  Funes entre otras .   De este modo emparentados, los más ilustres apellidos de Córdoba formaron una gran familia que dejó su impronta en lo social, político, científico y cultural , no sólo de la provincia, sino también del país.
   Para tener una idea mas clara de esta unión de los distintos apellidos en lo que respecta a nuestra línea directa:  Cipriano de Argüello y Moynos se casó en primeras nupcias con Bernardina de Allende, unión de la que nació Miguel de Argüello y Allende; y en segundas nupcias con Isabel Torres y de la Quintana, de donde nació Manuela de Arguello y Torres. Estos dos medio hermanos se casaron con dos hermanos : Clementina y Francisco Rueda y Bravo Díaz, dando lugar a la formación de dos familias: los Argüello Rueda y los Rueda Argüello, quienes dividieron su propiedad quedando Ascochinga para los Argüello Rueda y La Granja para lo Rueda Arguello.
     En su testamento, Miguel de Argüello y Allende pidió que, a su muerte,  se dividiera su propiedad (Ascochinga) entre sus hijos, a saber:
  • Pablo de Argüello y Rueda, que en 1874 casó con Guillermina Díaz y Allende -nuestros bisabuelos.
  • Carlos de Argüello y Rueda, casado en 1891 con Dña. Marina Leyva.
  • Alejandro de Argüello y Rueda, esposo de Dña. Elisa de Goycoechea y Campillo.
  • Miguel de Argüello y Rueda, casado con Dña Dolores Figueroa y Torres.
  • Manuela de Argüello y Rueda, que dio su mano a Dn Osvaldo Velez y Moyano.
  • Bernardina de Arguello y Rueda, esposa de Dn Gustavo Van Marck.
  • Edelvira de Argüello y Rueda, casada con Dn. Ceferino Ferreyra y Soaje
   Por otra parte: Francisco Antonio Díaz, que en 1780 compró la estancia Santa Catalina, que fuera de los jesuitas, contrajo nupcias, en 1758, con Dña María del Carmen de Albornoz y Carranza. De este enlace nació José Javier Díaz y albornoz, quien en 1809 se casó en segundas nupcias con Josefa Tomasa González y Arias de Cabrera y fueron los padres de :
  1.  José Anselmo Díaz y González , el cual  desposó, en 1837, a Nicasia de Allende y Moyano
  2. Guillermina Díaz y González, que se casó con Aparicio Díaz de Sgo del Estero
  3. Eloísa Díaz y Gonzalez, que contrajo nupcias con Don Tonas Funes y fueron padres de Clara Funes Díaz, la esposa del Gral Roca.
  4. Encarnación Díaz González
  5. Felipe Díaz González
  6. Eufemia Díaz González
Del casamiento de José Anselmo Díaz Gonzalez con Nicasia de Allende y Moyano nacieron:
  • Rita Díaz y Allende casada con Lucio Warcalde y Padilla
  • José Javier Díaz y Allende, quien desposa en primeras nupcias a Julia Frías y en segundas nupcias a Carmen Yofre y Loza.
  • Adela Díaz y Allende, casada con Pedro Gavier y Figueroa.
  • Faustino Díaz y Allende.
  • Manuela Díaz y Allende.
  • Clara Díaz y Allende, casada con Calixto de La Torre.
  • Francisco Díaz y Allende, que hizo su esposa a Catalina Frías.
  • Guillermina Díaz y Allende, que en 1874 se casa con Pablo de Argüello y Rueda (Hijo de Miguel de Argüello y Allende y de Clementina Rueda y Bravo Díaz) Nuestros bisabuelos.
  • Encarnación Díaz y Allende, casada con Dn Augusto Funes
  • Nicasia Díaz y Allende, quien se casa con Carlos Frías y son los padres de Pedro J. Frías, quien fuera gobernador de Córdoba.
Pablo de Argüello y Rueda y Guillermina Díaz y allende fueron padres de:
  1. Pablo de Arüello y Díaz
  2. Rosario de Argüello y Díaz, espoa del ingeniero Dídimo Posse;
  3. Guillermina de Argüello y Díaz, esposa de Don Emilio Malbrán,  Cónsul Gral en Noruega y Norte América:
  4. Elena de Argüello y Díaz, casada dos veces, primero con Don Jorge Funes Lastra  y luego con Don Manuel Arca, aAbogado:
  5. Enrique de Argüello y Díaz, casado con Doña María Adela Augusta Fautario de Monche
  6. María Julia de Argüello y Díaz
  7. Carolina de Argüello y Díaz
Pablo y Guillermina murieron jóvenes, en cicunstancias que ignoro, quedando sus hijos al cuidado de sus tíos..
    .    Esto en lo que se refiere a nuestros ascendientes más cercanos y directos.
        Sintetisando, la  genealogía de Enrique - siguiendo a Arturo G. Lazcano Colodrero en:  ´´Linajes de la Gobernación del Tucumán´´- sería:

    Luis de Argüello y Taborda
    Lucía de Mansilla

    Luis de Argüello y Mansilla
    Catalina Moyano y Carranza

    José de Arguello y Moyano
    Mariana de Baigorri y Brizuela

    Juan de Argüello y Baigorri
    María Ladrón de Guevara y Ferreyra

    Miguel de Argüello y Ladrón de Guevara
    Encarnación Funes y Navarro

    Miguel Jerónimo de Argüello y Funes
    Antonia Moynos y Ledesma

    Cipriano de Argüello y Moynos
    Bernardina de Allende


    Miguel de Argüello y Allende
    Clementina Rueda y Bravo Díaz

    Pablo de Arguello y Rueda
    Guillermina Díaz y Allende

    Enrique de Argüello y Díaz
    María Adela Augusta Fautario de Monche (hija de Silvio Fautario y Camile de Monche ; nieta del Conde francés Augusto de Monche y Adele Rouselle: y del príncipe italiano Samuel Fautario y Augusta Spisonelli). Nuestros abuelos paternos. (Padres de: Enrique Segundo;  María Teresa;    Julio Argentino; Oscar José Antonio;  María Guillermina;  Miguel Ángel; Susana Lila Nela y  Nilda Aída de Argüello Díaz y Fautario))

    Enrique Segundo de Argüello Díaz yy Fautario
    Hilda Rosa Peregrina Gottardi Marasso (hija de Guerino Jerónimo Gottardi y de Rosa Marasso; y  nieta del conde italiano Pietro Gottardi que desposara a  Rosalía Braide; y de Francisco Marasso Rocca, Músico y cantante lírico, fundador de la primera escuela de música de Chilecito -La Rioja -, casado con Clementina Porto Lorca, padres,además  del profesor, escritor y poeta Arturo Marasso, de Bautista Marasso - poeta también  - y de Eduardo Marasso.)
     De este enlace nacieron cuatro hijos:
    • José Anselmo de Argüello Díaz y Gottardi, fallecido al nacer
    • María Adela de Argüello Díaz y Gottardi, quien contrajo enlace con Carlos Alejandro Soria Vildósola, Médico especialisa en Dermatología, y fueron padres de:
    1. María Alejandra de las Mercedes Soria Vildósola Argüello, Abogada y Vocal de la Excelentísima Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Primera Nominación, casada con Nicolás Enrique  Juárez Villegas, Abogado, padres de María Teresa y Josefina.
    2. Carlos Enrique Soria Vildósola Argüello, CPN, casado con Analía Mercedes Arce Moyano, CPN, padres de María Mercedes, Carlos Gonzalo, María Paula y Joaquín.
    3. Mariano Soria Vildósola Argüello,  Médico, Doctor en Medicina y Cirugía Plástica, que desposara a Claudia Lorena Fonzo y fuera padre de María  Antonella y Mariano Gastón.
    4. José Luis Soria Vildósola Argüello, fallecido al nacer.
    5. Federico José Soria Vildósola Argüello, Abogado, SS
    •  Enrique de ArgüelloDíaz y Gottardi, que sigue.
    • Martín Ignaciode  Argüello Díaz y Gottardi, fallecido al nacer.
    ENRIQUE  DE ARGÜELLO DÍAZ Y GOTTARDI nació en Formosa (Rep. Arg.) el 12 de octubre de 1943 y falleció en Neuquén (Rep. Arg) - lugar en donde reposan sus restos -  el 29 de enero del año 2005, a la temprana edad de 61 años.-
      Sus Padres contrajeron enlace en su córdoba natal, lugar en donde nacieron: José Anselmo , que falleció al nacer y María Adela,  la segunda hija del matrimonio. Cuando esta no contaba aún dos años, la familia se trasladó a Formosa por razones de trabajo. Allí Nació Enrique. Luego de una breve estadía en Formosa fueron a vivir a Viedma, en la provincia de Río Negro, donde nació Martín Ignacio, que falleciera al nacer.
    Fue, también aquí en Viedma, que Enrique sufrió un serio accidente: una olla grande de agua hirviendo le cayó sobre la cabeza. El médico dijo después que había sido una gran suerte que el niño hubiera mantenido su cabeza baja, si la hubiera levantado el agua hirviente le hubiese quemado los ojos dejándolo ciego... Afortunadamente Dios piso su mano:  el jóven médico que lo atendió hizo untrabajo excelente y a Enrique no le quedó ninguna cicatriz.  Solamente  ina pequeña zona de su cabeza en la que no volvió a crecer el cabello le quedó para siempre como recuerdo...
     Al año siguiente se dirigieron a la capital de Santa Fe, donde permanecieron hasta que Enrique cumplió cinco años, por ese tiempo se mudaron a la joven ciudad de Neuquén, capital de la Provincia del Neuquén, lugar en donde Enrique vivió hasta su muerte.  
       A los pocos meses de haberse la familia radicado en Neuquén y a la temprana edad de 38 años, muere  su padre, cuando él contaba con tan sólo 5 años.  Este desgraciado suceso hizo que  su madre se viera obligada a trabajar para mantener a  la familia .
       El temperamento juguetón y travieso que había acompañado a su padre hasta la muerte, se manifestaba cada día más en Enrique: era un niño alegre e inquieto al que, como a todos los niños de su tiempo, le encantaba jugar a la pelota, a las bolitas, a las figuritas y andar en bicicleta. Pero además, su espíritu de aventura lo llevaba a vagar de techo en techo haciendo puntería con su honda en los más diversos objetos, lo cual resultaba un verdadero peligro  para él y para el patrimonio de los vecinos. Por esta razón y teniendo miedo de  que pudiera pasar algo malo mientras ella trabajaba, su madre no vio otra alternativa que ponerlo pupilo en el colegio salesiano  San Miguel de P. Alejandro Stefenelli (Río Negro)  hasta completar la escuela primaria. Luego en el colegio Domingo Savio, salesiano también, de Fuerte Gral. Roca (Río Negro)  hasta el tercer año. Terminó el secundario en la escuela Normal de Cipolletti (Río Negro) obteniendo el título de Maestro Normal Nacional. 
       Partió entonces a  estudiar   Abogacía en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, en donde hizo una excelente carrera a pesar de que trabajaba para ayudar a su madre a costearle los estudios. Ya con su título de abogado,  volvió a Neuquén, ciudad en la que ejerció su profesión destacándose como abogado penalista.  Fue subsecretario de Gobierno durante la gobernación de Felipe Sapag. Se desempeñó también como abogado asesor de la Policía de la Provincia del Neuquen, y de varias empresas particulares
         Contrajo nupcias con Aydée Vázquez Villar, abogada y juez federal. De este enlace nacieron:
    • Enrique Argüello Vázquez, Licenciado en Maerketing (SS)
    • María Soledad Argüello Vázquez,  Abogada, casada con Leonardo Héctor Taverna, C.P.N. Padres de
    1. Matilda Isabel Taverna Argüello
    2. Benicio Agustín Taverna Argüello  
    •  Hernán Gonzalo Argüello Vázquez.(SS) 
       De adulto, el deporte favorito de Enrique era el tenis, que practicaba con entusiasmo con sus amigos y, como buen descendiente de familias de hacendados, amaba el campo. En cuanto le fue posible adquirió unas pocas hectáreas a las que les dedicó todo su tiempo libre convirtiendo un áspero e intricado  monte  en un verdadero vergel que hacía que la gente que entraba exclamara: Parece que estuvieramos en otro mundo!
      Era ese el lugar en donde le encantaba reunir a sus amigos y familiares alrededor de un asado que él mismo preparaba y servía.
      Le puso por nombre:  La Soledad,  en honor a su adorada hija,  y  allí vivó  los meses previos a su muerte.-
       El cáncer segó su vida cuando contaba tan sólo 61 años. Sus restos descansan en la capital del la Provincia del Neuquén, a la que tanto amara y en la que vivió casi toda su vida, razón por la que él siempre se consideró neuquino.
      Por una de esas grandes casualidades de la vida, desde su tumba se puede ver la casa que, con tanto amor, él hiciera construir para vivir con su familia...
       No fue solamente un gran abogado, fue, por sobre todo, un hombre de bien, un padre cariñoso, un hijo ejemplar y un hermano inolvidable.
      

                                     ------------------------------------------------------------


    ENRIQUE

    No puedo recordarte, hermano mío
    sin verte muy feliz allá en tu campo,
    en ese paraíso que forjaste
    partiendo de ese monte achaparrado
    que un día, con orgullo, me mostraste.
    Como si fuera hoy, recuerdo cuando,
    con los ojos brillantes de entusiasmo,
    me llevaste contigo y me enseñaste
    el lugar de cada pino diminuto
    que con amor y esmero tu plantaste,
    defendiéndolos después de las hormigas,
    del sol y las heladas implacables.
    Luego vino el desmonte y nivelado
    de aquel sitio elegido y tan amado.
    Después,  el riego y los frutales;
    el césped, las flores y las canchas;
    la pileta, el asador y la terraza;
    el sombreado camino a  la cochera,
    la escalera que bajaba hasta el frontón
    y ese bosque de álamos al fondo
    marcando a la laguna su contorno.
    Todo lo hiciste bien, aún la casa
    que, como un arquitecto, diseñaste,
    con ese comedor tan confortable
    de inmensos ventanales que dejaban
    ver el parque y, en él, esa glorieta
    que, decías, era tu obra maestra,
    donde gustabas leer o meditar
    o, a veces, tan sólo disfrutar
    de las soleadas horas de la siesta...
    Doce lugares en la enorme mesa
    indicaban, sin duda, que querías
    tenera a tu familia muy unida
    y feliz, en pacífica armonía...
    No te fue concedida esa alegría...
    No puedo recordarte, hermano mío,
    sin volver a vivir aquellas tardes
    en que, solos, entre mate y confidencias,
    mirábamos la noche que caía
    sobre el nuestro idílico paisaje.
    Nostalgia, paz, tristeza y alegría
    se amalgaman entonces en mi vida
    y aunque no acierte a comprenderlo alguno
    me traen una certeza que es muy mía:
    fuimos uno los dos y somos uno,
    sin que la muerte pueda separarnos.
    Somos uno los dos como lo fuimos
    en cada rojo atardecer neuquino...


    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

                     ENRIQUE

    Qué profundo vacío

    ha dejado en mi alma

    tu partida...

    Tristeza de palabras

    no dichas

    de tiempos no vividos...

    ¡ Son tantos los recuerdos

    que vienen a mi mente...

    imágenes, perfumes,

    instantes compartidos...!

    ¡Qué lindo fue tenerte

    y que fueras mi hermano!

    ¡Cuánto incondicional afecto

    en el escaso tiempo

    que tuvimos...!

    Me consuela el saber

    que el amor nunca muere

    y que, como siempre ha hecho,

    nos mantendrá unidos

    hasta que, venciendo a la muerte,

    un día nuevamente

    me encuentre yo contigo.


    ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    NOSTALGIA

    ¡Cuántos años sin verte,
    cómo te extraño, hermano!
    Qué triste me parece
    el tiempo que ha pasado.
    Si hasta creo imposible
    que puedas ya no estar.
    Extraño tu presencia,
    tu estampa protectora,
    tu abrazo cariñoso,
    tu alegría burlona...
    Extraño aquellas tardes
    que en tu campo pasamos
    recordando lo juegos,
    las cosas del pasado
    y tantas travesuras
    que juntos inventamos...
    ¡Cómo éramos de unidos,
    cómo éramos de hermanos.
    Cómo nos hemos querido
    y nos hemos extrañado!
    Ni tiempos ni distancias
    jamás nos separaron.
    Tampoco lo hará la muerte
    te lo aseguro, hermano!...




    ENRIQUE DE ARGUELLO DÍAZ Y GOTTARDI


    GENEALOGIA:
       Descendiente de una familia de rancia estirpe cordobesa, a cuyos ascendientes por la rama paterna situamos en el país desde el año 1500, sus antepasados fueron dueños de las  estancias Ascochinga, La Granja y Santa Catalina,  que perteneciera a los Jesuitas y , a la salida de estos del país,  ´´fuera adquirida en pública subasta por Francisco Antonio Díaz, perteneciente a la ilustre familia Díaz y Santander,  hombre de lustre poseedor de una cuantiosa fortuna´´(Lazcano Colodrero) , cuyos descendientes se unieron por varias ramas a las familias Argüello, Allende, Bravo, Nuñez, Frías, Campins, De la Torre y  Funes entre otras .   De este modo emparentados, los más ilustres apellidos de Córdoba formaron una gran familia que dejó su impronta en lo social, político, científico y cultural , no sólo de la provincia, sino también del país.
       Para tener una idea mas clara de esta unión de los distintos apellidos en lo que respecta a nuestra línea directa:  Cipriano de Argüello y Moynos se casó en primeras nupcias con Bernardina de Allende, unión de la que nació Miguel de Argüello y Allende; y en segundas nupcias con Isabel Torres y de la Quintana, de donde nació Manuela de Arguello y Torres. Estos dos medio hermanos se casaron con dos hermanos : Clementina y Francisco Rueda y Bravo Díaz, dando lugar a la formación de dos familias: los Argüello Rueda y los Rueda Argüello, quienes dividieron su propiedad quedando Ascochinga para los Argüello Rueda y La Granja para lo Rueda Arguello.
         En su testamento, Miguel de Argüello y Allende pidió que, a su muerte,  se dividiera su propiedad (Ascochinga) entre sus hijos, a saber:
    • Pablo de Argüello y Rueda, que en 1874 casó con Guillermina Díaz y Allende -nuestros bisabuelos.
    • Carlos de Argüello y Rueda, casado en 1891 con Dña. Marina Leyva.
    • Alejandro de Argüello y Rueda, esposo de Dña. Elisa de Goycoechea y Campillo.
    • Miguel de Argüello y Rueda, casado con Dña Dolores Figueroa y Torres.
    • Manuela de Argüello y Rueda, que dio su mano a Dn Osvaldo Velez y Moyano.
    • Bernardina de Arguello y Rueda, esposa de Dn Gustavo Van Marck.
    • Edelvira de Argüello y Rueda, casada con Dn. Ceferino Ferreyra y Soaje
       Por otra parte: Francisco Antonio Díaz, que en 1780 compró la estancia Santa Catalina, que fuera de los jesuitas, contrajo  nupcias, en 1758, con Dña María del Carmen de Albornoz y Carranza. De este enlace nació José Javier Díaz y albornoz, quien en 1809 se casó en segundas nupcias con Josefa Tomasa González y Arias de Cabrera y fueron los padresde:
    1.  José Anselmo Díaz y González , el cual  desposó, en 1837, a Nicasia de Allende y Moyano, 
    2. Guillermina Díaz y González, que se casó con Aparicio Díaz de Santiago del Estero
    3. Eloísa Díaz y González, que se casó con Don Tomás Funes y fueron padres de Clara Funes Díaz, esposa del Gral Roca
    4. Encarnación Díaz y González
    5. Felipe Díaz y González
    6. Eufemia Díaz y González
    7. Felipe Díaz y González 
     Del casamiento de José Anselmo Díaz y González con Nicasia de Allende nacieron:
      • Rita Díaz y Allende casada con Lucio Warcalde y Padilla
      • José Javier Díaz y Allende, quien desposa en primeras nupcias a Julia Frías y en segundas nupcias a Carmen Yofre y Loza.
      • Adela Díaz y Allende, casada con Pedro Gavier y Figueroa.
      • Faustino Díaz y Allende.
      • Manuela Díaz y Allende.
      • Clara Díaz y Allende, casada con Calixto de La Torre.
      • Francisco Díaz y Allende, que hizo su esposa a Catalina Frías.
      • Guillermina Díaz y Allende, que en 1874 se casa con Pablo de Argüello y Rueda (Hijo de Miguel de Argüello y Allende y de Clementina Rueda y Bravo Díaz) Nuestros bisabuelos.
      • Encarnación Díaz y Allende, casada con Dn Augusto Funes.
      • Nicasia Díaz y Allende, quien se casa con Carlos Frías y son los padres de Pedro J. Frías, quien fuera gobernador de Córdoba.
      Por  su parte, Pablo de Argüello y Rueda y Guillermina Díaz y Allende fueron padres de:
      1. Pablo de Argüello y Díaz
      2. Rosario de Argüello y Díaz, esposa del ingeniero Dn Dídimo Posse;
      3. Guillermina de Argüello y Díaz, esposa de Don Emilio Malbrán,consul general en Noruega y Norte América;
      4. Elena de Argüello y Díaz, casada dos veces: la primera con Don Jorge Funes Lastra y la segunda con Don Manuel J. Arca, abogado;
      5. Mercedes de Argüello y Díaz, monja;
      6. Rita de Argüello y Díaz
      7. Enrique de Argüello y Díaz, esposo de Doña María Adela Augusta Fautario de Monche;
      8. María Julia de Argüelllo y Díaz
      9. Carolina de Argüello y Díaz 
      Pablo y Guillermina murieron jóvenes, en circunstancias que ignoro, quedando sus hijos al cuidado de sus tíos.
      .    Esto en lo que se refiere a nuestros ascendientes más cercanos y directos.
          Sintetisando, la  genealogía de Enrique - siguiendo a Arturo G. Lazcano Colodrero en:  ´´Linajes de la Gobernación del Tucumán´´- sería:

      Luis de Argüello y Taborda
      Lucía de Mansilla

      Luis de Argüello y Mansilla
      Catalina Moyano y Carranza

      José de Arguello y Moyano
      Mariana de Baigorri y Brizuela

      Juan de Argüello y Baigorri
      María Ladrón de Guevara y Ferreyra

      Miguel de Argüello y Ladrón de Guevara
      Encarnación Funes y Navarro

      Miguel Jerónimo de Argüello y Funes
      Antonia Moynos y Ledesma

      Cipriano de Argüello y Moynos
      Bernardina de Allende


      Miguel de Argüello y Allende
      Clementina Rueda y Bravo Díaz

      Pablo de Arguello y Rueda
      Guillermina Díaz y Allende

      Enrique de Argüello y Díaz
      María Adela Augusta Fautario de Monche (hija de Silvio Fautario y Camile de Monche ; nieta del Conde francés Augusto de Monche y Adele Rouselle: y del príncipe florentino Samuel Fautario y Augusta Spisonelli). Nuestros abuelos paternos. (Padres de: Enrique Segundo;  María Teresa;  Oscar José Antonio;  Miguel Angel;  Julio Argentino;  María Guillermina;  Susana Lila Nela y  Nilda Aída de Argüello  Díaz y Fautario)

      Enrique Segundo de Argüello Díaz  y Fautario
      Hilda Rosa Peregrina Gottardi Marasso (hija de Guerino Jerónimo Gottardi y de Rosa Marasso; y  nieta del conde italiano Pietro Gottardi que desposara a  Rosalía Braide; y de Francisco Marasso Rocca, Músico y cantante lírico, fundador de la primera escuela de música de Chilecito -La Rioja -, casado con Clementina Porto Lorca, padres,además  del profesor, escritor y poeta Arturo Marasso, de Bautista Marasso - poeta también  - y de Eduardo Marasso.)
       De este enlace nacieron cuatro hijos:
      • José Anselmo de Argüello Díaz y Gottardi, fallecido al nacer
      • María Adela de Argüello Díaz y Gottardi, quien contrajo enlace con Carlos AlejandroSoriaVildósola, Médico especialisa en Dermatología, y fueron padres de:
      1. María Alejandra de las Mercedes Soria Vildósola Argüello, Abogada y Vocal de la Excelentisima Camara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Primera Nominación, casada con Nicolás Enrique  Juárez Villegas, Abogado, padres de María Teresa y Josefina.
      2. Carlos Enrique Soria Vildósola Argüello, CPN, casado con Analía Mercedes Arce Moyano, CPN, padres de María Mercedes, Carlos Gonzalo, María Paula y Joaquín.
      3. Mariano Soria Vildósola Argüello,  Médico, Doctor en Medicina y Cirugía Plástica, que desposara a Claudia Lorena Fonzo y fuera padre de María  Antonella y Mariano Gastón.
      4. José Luis Soria Vildósola Argüello, fallecido al nacer.
      5. Federico José Soria Vildósola Argüello, Abogado, SS
      •  Enrique de Argüello Díaz y Gottardi, que sigue.
      • Martín Ignacio de Argüello Díaz y Gottardi, fallecido al nacer.
      ENRIQUE  DE ARGÜELLO DÍAZ Y GOTTARDI nació en Formosa (Rep. Arg.) el 12 de octubre de 1943 y falleció en Neuquén (Rep. Arg) - lugar en donde reposan sus restos -  el 29 de enero del año 2005, a la temprana edad de 61 años.-
        Sus Padres contrajeron enlace en su córdoba natal, lugar en donde nacieron: José Anselmo , que falleció al nacer  y María Adela,  la segunda hija del matrimonio. Cuando esta no contaba aún dos años, la familia se trasladó a Formosa por razones de trabajo. Allí Nació Enrique. Luego de una breve estadía en Formosa fueron a vivir a Viedma, en la provincia de Río Negro, donde nació Martín Ignacio, que falleciera al nacer. Al año siguiente se dirigieron a la capital de Santa Fe, donde permanecieron hasta que Enrique cumplió cinco años, por ese tiempo se mudaron a la joven ciudad de Neuquén, capital de la Provincia del Neuquén, lugar en donde Enrique vivió hasta su muerte.  
         A los pocos meses de haberse la familia radicado en Neuquén y a la temprana edad de 35 años, muere  su padre, cuando él contaba con tan sólo 5 años.  Este desgraciado suceso hizo que  su madre se viera obligada a trabajar para mantener a  la familia .
         El temperamento juguetón y travieso que había acompañado a su padre hasta la muerte, se manifestaba cada día más en Enrique: era un niño alegre e inquieto al que, como a todos los niños de su tiempo, le encantaba jugar a la pelota, a las bolitas, a las figuritas y andar en bicicleta. Pero además, su espíritu de aventura lo llevaba a vagar de techo en techo haciendo puntería con su honda en los más diversos objetos, lo cual resultaba un verdadero peligro  para él y para el patrimonio de los vecinos. Por esta razón y teniendo miedo de  que pudiera pasar algo malo mientras ella trabajaba, su madre no vio otra alternativa que ponerlo pupilo en el colegio salesiano  San Miguel de P. Alejandro Stefenelli (Río Negro)  hasta completar la escuela primaria. Luego en el colegio Domingo Savio, salesiano también, de Fuerte Gral. Roca (Río Negro)  hasta el tercer año. Terminó el secundario en la escuela Normal de Cipolletti (Río Negro) obteniendo el título de Maestro Normal Nacional. 
         Partió entonces a  estudiar   Abogacía en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, en donde hizo una excelente carrera a pesar de que trabajaba para ayudar a su madre a costearle los estudios. Ya con su título de abogado,  volvió a Neuquén, ciudad en la que ejerció su profesión destacándose como abogado penalista.  Fue subsecretario de Gobierno durante la gobernación de Felipe Sapag. Se desempeñó también como abogado asesor de la Policía de la Provincia del Neuquen, y de varias empresas particulares
           Contrajo nupcias con Aydée Vázquez Villar, abogada y juez federal. De este enlace nacieron:
      • Enrique Argüello Vázquez, Licenciado en Maerketing (SS)
      • María Soledad Argüello Vázquez,  Abogada, casada con Leonardo Héctor Taverna, C.P.N. Padres de
      1. Matilda Isabel Taverna Argüello
      2. Benicio Agustín Taverna Argüello  
      •  Hernán Gonzalo Argüello Vázquez.(SS) 
         De adulto, el deporte favorito de Enrique era el tenis, que practicaba con entusiasmo con sus amigos y, como buen descendiente de familias de hacendados, amaba el campo. En cuanto le fue posible adquirió unas pocas hectáreas a las que les dedicó todo su tiempo libre convirtiendo un áspero e intricado  monte  en un verdadero vergel que hacía que la gente que entraba exclamara: Parece que estuvieramos en otro mundo!
        Era ese el lugar en donde le encantaba reunir a sus amigos y familiares alrededor de un asado que él mismo preparaba y servía.
        Le puso por nombre:  La Soledad,  en honor a su adorada hija,  y  allí vivó  los meses previos a su muerte.-
         El cáncer segó su vida cuando contaba tan sólo 61 años. Sus restos descansan en la capital del la Provincia del Neuquén, a la que tanto amara y en la que vivió casi toda su vida, razón por la que él siempre se consideró neuquino.
        Por una de esas grandes casualidades de la vida, desde su tumba se puede ver la casa que, con tanto amor, él hiciera construir para vivir con su familia...
         No fue solamente un gran abogado, fue, por sobre todo, un hombre de bien, un padre cariñoso, un hijo ejemplar y un hermano inolvidable.
        

                                       ------------------------------------------------------------


      ENRIQUE

      No puedo recordarte, hermano mío
      sin verte muy feliz allá en tu campo,
      en ese paraíso que forjaste
      partiendo de ese monte achaparrado
      que un día, con orgullo, me mostraste.
      Como si fuera hoy, recuerdo cuando,
      con los ojos brillantes de entusiasmo,
      me llevaste contigo y me enseñaste
      el lugar de cada pino diminuto
      que con amor y esmero tu plantaste,
      defendiéndolos después de las hormigas,
      del sol y las heladas implacables.
      Luego vino el desmonte y nivelado
      de aquel sitio elegido y tan amado.
      Después,  el riego y los frutales;
      el césped, las flores y las canchas;
      la pileta, el asador y la terraza;
      el sombreado camino a  la cochera,
      la escalera que bajaba hasta el frontón
      y ese bosque de álamos al fondo
      marcando a la laguna su contorno.
      Todo lo hiciste bien, aún la casa
      que, como un arquitecto, diseñaste,
      con ese comedor tan confortable
      de inmensos ventanales que dejaban
      ver el parque y, en él, esa glorieta
      que, decías, era tu obra maestra,
      donde gustabas leer o meditar
      o, a veces, tan sólo disfrutar
      de las soleadas horas de la siesta...
      Doce lugares en la enorme mesa
      indicaban, sin duda, que querías
      tenera a tu familia muy unida
      y feliz, en pacífica armonía...
      No te fue concedida esa alegría.
      No puedo recordarte, hermano mío,
      sin volver a vivir aquellas tardes
      en que, solos, entre mate y confidencias,
      mirábamos la noche que caía
      sobre el nuestro idílico paisaje.
      Nostalgia, paz, tristeza y alegría
      se amalgaman entonces en mi vida
      y aunque no acierte a comprenderlo alguno
      me traen una certeza que es muy mía:
      fuimos uno los dos y somos uno,
      sin que la muerte pueda separarnos.
      Somos uno los dos como lo fuimos
      en cada rojo atardecer neuquino...


      -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

                       ENRIQUE

      Qué profundo vacío

      ha dejado en mi alma

      tu partida...

      Tristeza de palabras

      no dichas

      de tiempos no vividos...

      ¡ Son tantos los recuerdos

      que vienen a mi mente...

      imágenes, perfumes,

      instantes compartidos...!

      ¡Qué lindo fue tenerte

      y que fueras mi hermano!

      ¡Cuánto incondicional afecto

      en el escaso tiempo

      que tuvimos...!

      Me consuela el saber

      que el amor nunca muere

      y que, como siempre ha hecho,

      nos mantendrá unidos

      hasta que, venciendo a la muerte,

      un día nuevamente

      me encuentre yo contigo.


      ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

      NOSTALGIA

      ¡Cuántos años sin verte,
      cómo te extraño, hermano!
      Qué triste me parece
      el tiempo que ha pasado.
      Si hasta creo imposible
      que puedas ya no estar.
      Extraño tu presencia,
      tu estampa protectora,
      tu abrazo cariñoso,
      tu alegría burlona...
      Extraño aquellas tardes
      que en tu campo pasamos
      recordando lo juegos,
      las cosas del pasado
      y tantas travesuras
      que juntos inventamos...
      ¡Cómo éramos de unidos,
      cómo éramos de hermanos.
      Cómo nos hemos querido
      y nos hemos extrañado!
      Ni tiempos ni distancias
      jamás nos separaron.
      Tampoco lo hará la muerte
      te lo aseguro, hermano!...