BRUNO P. CALETTI y MI PRIMER TELEGRAMA
REPÚBLICA ARGENTINA TELÉGRAFO DE LA NACIÓN
María Adela Argüello Santa Fe 31 Córdoba
Tu viejo amigo, pimpollito recién brotado, te envía
su primer saludo saturado de afectos sin límites.
Bruno P. Caletti
Buenos Aires
21 - 10 - 1941
Gracias, Bruno! Siempre exquisito en los detalles!
Lo que más me conmueve es que está dirigido a mí y
no a mis padres. Es esa consideración hacia mí,
como persona, aunque fuera muy pequeñita.
Recuerdo también que mamá me contaba cuando,
mirábamos las fotos, que, para mi primer cumpleaños,
me trajiste una torta con una velita, la pusiste
sobre una silla, a mi alcance, y prendiste la vela.
En ese momento yo, que hasta entonces no me había
largado a caminar sola, caminé para alcanzar mi torta.
Cuánto amabas a los niños!...
Fuiste un amigo extraordinario para toda mi familia.
Siempre incondicionalmente presente para todo lo que
pudiésemos necesitar. Nunca podremos olvidarte!
Hoy, al cumplir mis 74 años,
volví a leer tu telegrama de lujo - como se hacía antes
para las ocaciones especiales - Está muy viejito ya pero,
gracias a la previsión de mi madre, puedo conservarlo
aún y volver a emocionarme cada vez que lo leo.
Gracias de nuevo, Bruno, gran amigo,
hombre de corazón puro!
Gracias por todo y hasta que volvamos a encontrarnos!
María Adela Argüello
21 - 10 2015
María Adela Argüello Santa Fe 31 Córdoba
Tu viejo amigo, pimpollito recién brotado, te envía
su primer saludo saturado de afectos sin límites.
Bruno P. Caletti
Buenos Aires
21 - 10 - 1941
Gracias, Bruno! Siempre exquisito en los detalles!
Lo que más me conmueve es que está dirigido a mí y
no a mis padres. Es esa consideración hacia mí,
como persona, aunque fuera muy pequeñita.
Recuerdo también que mamá me contaba cuando,
mirábamos las fotos, que, para mi primer cumpleaños,
me trajiste una torta con una velita, la pusiste
sobre una silla, a mi alcance, y prendiste la vela.
En ese momento yo, que hasta entonces no me había
largado a caminar sola, caminé para alcanzar mi torta.
Cuánto amabas a los niños!...
Fuiste un amigo extraordinario para toda mi familia.
Siempre incondicionalmente presente para todo lo que
pudiésemos necesitar. Nunca podremos olvidarte!
Hoy, al cumplir mis 74 años,
volví a leer tu telegrama de lujo - como se hacía antes
para las ocaciones especiales - Está muy viejito ya pero,
gracias a la previsión de mi madre, puedo conservarlo
aún y volver a emocionarme cada vez que lo leo.
Gracias de nuevo, Bruno, gran amigo,
hombre de corazón puro!
Gracias por todo y hasta que volvamos a encontrarnos!
María Adela Argüello
21 - 10 2015
<< Inicio