LOS VILDOSOLA IZURCO - GALDIz LANDETA
Fue en la segunda mitad del siglo IXX cuando, Don Pedro Vildósola Izurco (hijo de Esteban Vildosola, oriundo de Otañez y de Joaquina Izurco), su esposa Josefa Arizmendi, de origen asturiano ella, y su hermano menor José Alejandro (nacido el 03/05/1864), decidieron dejar su Castro Urdiales natal, en el país Vasco, para probar suerte en el nuevo continente. Fue así que llegaron a la República Argentina, más precisamente a un pequeño poblado que se estaba formando próximo a las vías del ferrocarril, y que por ese entonces se llamaba Estación La Banda en la Provincia de Santiago del Estero.------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Allí compraron un extenso predio que comenzaba en la calle España, abarcaba todo lo que hoy es el Club Olímpico y daba una vuelta en ele para terminar saliendo por la calle 25 de Mayo, la cual es paralela al ferrocarril. Necesitaban este predio amplio porque pensaban dedicarse al comercio transportando mercaderías en carretas a los distintos puntos del interior de la provincia. Es así que en ese terreno fijaron un lugar para las carretas, otro para los corrales y los establos, y, sobre la calle 25 de Mayo, construyeron la casa habitación al lado de la cual había una amplia entrada para el tránsito de las carretas que salían y entraban desde y hacia la calle mencionada. Luego de años de trabajo arduo se transformaron en vecinos muy reconocidos de una condición económica mas que acomodada.--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Por la misma época, es decir, en la segunda mitad del siglo XIX pero en Bilbao, Don Daniel Anselmo de Galdiz y Aurecoechea, marino de aristocrática estirpe, con su cuñado, Pedro Vicente Landeta Cortazar, estaban planeando abandonar España para dirigirse al nuevo mundo impulsado tal vez por la inestable situación política de su país en aquel momento. Cuando su esposa Pepita (Josefa Martina Landeta Cortázar, hija de Josefa Martina Cortázar Mendiola, hermana de Pedro Balentín Cortazar Mendiola, abuelo éste del escritor Julio Florencio Cortazar) se enteró de estos planes, se opuso rotundamente manifestando que de ninguna manera pensaba dejar su posición social, sus comodidades y la buena vida que llevaba en España para arriesgarse en una aventura de resultados inciertos y menos llevando a sus dos pequeñas hijas (Josefa Martina, a quien llamaban Martina, y María Julia). La madre de Pepita, una señora de carácter fuerte y de principios muy rígidos, al escucharla, le dijo en forma terminante: "hija, una mujer debe seguir a su marido a donde quiera que vaya". Ante esta decisión tan lapidaria de su madre, Pepita no tuvo más remedio que agachar la cabeza y acceder y fue así que partieron hacia el nuevo continente. Por esas cosas de la vida, también eligieron como destino a la República Argentina, radicándose en la por aquel entonces llamada Estación La Banda donde adquirió una propiedad situada sobre la calle 25 de Mayo, justo en medio de la de Don Pedro Vildósola y la de don Héctor Soria que ocupaba la esquina formada por las calles 25 de Mayo y España. Fue aquí que nacieron sus otros tres hijos María Luisa (macuca), Daniel y Aidé, hijos argentinos. El cambio de vida para Pepita y sus hijas fue terrible. No podían adaptarse a esta nueva realidad. Luego de haber tenido una hermosa casa con personal doméstico de uniformes impecables y delantales almidonados, ahora tal personal doméstico eran mujeres medio indias un poco mal vestidas y peinadas, de poca higiene y de un bajo nivel cultural. Después de estar acostumbradas a formar parte de un círculo social refinado el venir a un pueblo rustico como La Banda fue algo que las hizo sufrir mucho. Los nacidos ya en estas nuevas tierras no podían comprender a sus hermanas y se burlaban de ellas diciéndoles que en España serían muy señoritas pero que aquí eran simples inmigrantes. Con el tiempo, la hija mayor, Josefa Martina, se enamoró del hermano menor de los Vildosola Izurco, José. Fue así que, teniendo ella quince años y él treinta y dos, contrajeron matrimonio en fecha 24/05/1896. Respecto de los otros hijos del matrimonio Galdiz Landeta, la segunda, María Julia, no se casó y, cuando lo hizo su hermana menor, se fue a vivir con ella hasta su muerte. La que sigue, María Luisa, quien murió muy joven, se casó con un señor de apellido Truco que tenía una empresa de camiones para transporte de mercadería a distintas partes del país. María Luisa no tuvo descendencia y se quedó a vivir en la casa paterna, de la calle 25 de Mayo de La Banda, cuando sus padres se radicaron en la ciudad de Santiago del Estero. Poco tiempo después, abrumada por los celos, se quitó la vida. El cuarto hijo, Daniel, fue a estudiar abogacía a Buenos Aires, y luego fue nombrado juez en la ciudad de General Pico; se caso con una señorita de apellido Beltrán, pariente de los Beltrán Neirot, y con ella tuvo tres hijos, Lino, Daniel y Ema (Yemita). Al fallecer Daniel, su esposa dejó la provincia de La Pampa y se fue a vivir a Buenos Aires. Por último, la menor de las hijas del matrimonio Galdiz Landeta, Aidé, viviendo ya con sus padres en Santiago del Estero, se casó con un abogado llamado Aristóbulo Rojas y tuvo tres hijos, Aidé Beatriz (Pochola) la mayor, la seguía Justa Pastora (Morena, casada con Marcelo Barneche y tuvo una hija y un hijo) y el tercero Aristóbulo (Chocho y tuvo tres hijos varones) Rojas Galdiz. Los abuelos Galdiz Landeta al parecer vivieron hasta poder ver a sus nietas mayores adolescentes.----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En cuanto al hermano de Josefa Martina Landeta Cortázar, Pedro Valentín Landeta Cortázar, venidos juntos de España, se casó en la ciudad de Santiago del Estero con Fortunata Cesar Robledo, siendo sus dos hijos María Ines Landeta Cesar y Pedro Landeta Cesar (Pedrito). María Ines Landeta Cesar, pianista, se casó con Manuel Gómez Carrillo, musicólogo y compositor, y tuvieron varios hijos. La primera, Inés Gómez Carrillo Landeta Cesar, pianista de fama internacional. La siguieron, Carmen, quien estudió filosofía, Manuel, estudiante de abogacía, Julio, estudiante de medicina y por último Jorge, estudiante de ciencias económicas, quienes formaron un cuarteto de canto a capela que se llamó El Cuarteto Gomez Carrillo, del cual se decía que, por la década del 50, se los consideraba como uno de los más perfectos del mundo. Cuando ellos se recibieron de sus respectivas carreras, dejaron ya el canto de lado para dedicarse a sus profesiones.
El matrimonio formado por Josefa Martína Galdiz Landeta y Don José Vildosola Izurco tuvieron varios hijos. La primera, Josefa (Pepita), la segunda, Argentina (Negra), el tercero, Raúl (Pila o Vildo), la cuarta, María Sara, y el quinto, Pedro (Perico). Cuando estos hijos eran aún muy jóvenes su padre se enfermó de tuberculosis, y dada su posición económica más que solvente, decidió viajar a Europa junto a su esposa para hacerse tratar en un sanatorio de Suiza, que era lo más adelantado en la materia que existía en esa época. Así pasaron varios meses en los Alpes mientras tanto sus hijos quedaron a cargo de sus tíos Pedro y Josefa. Aprovecharon este tiempo para visitar a sus parientes en España. Luego volvieron a la Argentina y, habiendo José mejorado, pero no curado, ya que aún no existía cura para esta enfermedad, vivió cuatro años más hasta que falleció en 1919 (nueve años antes de que se casaran sus hijas mayores, por lo que no pudo conocer a sus nietos). Sus restos fueron llevados al panteón de los españoles del cementerio de la ciudad de La Banda. Luego de que sus hijas se casaron, Martina Galdiz Landeta vivi+o un tiempo en la casa de cada una de ellas hasta su muerte en junio de 1968.----------------------------------------------------------------------------------------
El matrimonio de Pedro Vildosola Izurco y Josefa Arizmendi no tuvieron y, al moriro Pedro, ella volvió a radicarse en España. Sus sobrinos nietos recuerdan que una vez volvió a la Argentina a visitarlos.----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Con el tiempo, Pepita, la mayor, se casó con su vecino Raúl Arturo Soria Paz, hijo de don Héctor Soria y de doña Segunda Paz, el 19/01/1929 y se radicaron en el Pasaje Diego de Rojas de la ciudad de Santiago del Estero y tuvieron tres hijos, Raúl Héctor José (Chinchín, bujones), Carlos Alejandro (Bocha, Lagorio, Cachito, Umalo) y Rodolfo Ernesto (Rofi, Yorno, Cochon) Soria Vildósola.--------------------------------------------------------------------------------
Argentina Vildósola se casó con Umberto Grimaldi, hombre de estatura elevada y modales y costumbres refinados, de nacionalidad italiana por haber nacido en el barco que traía a su familia desde Italia. Vivieron en la heredad de los Vildósola Izurco. Humberto Grimaldi se educó en nuestro país, no sabemos a ciencia cierta que estudios cursó, pero si conocemos acerca de su vasto conocimiento referido a la construcción de edificios, tanto es así que, alrededor de 1960, cuando el padre Augusto Scatolón estaba haciendo construir el templo de Cristo Rey, éste se encontró con serios problemas de acústica y Umberto Grimaldi le dio las indicaciones precisas para poder solucionar este inconveniente.
Umberto amaba la música clásica, la única que se escuchaba en su casa, y su hija menor recuerda que, mientras su padre vivía, en la mesa se ponían siempre tres copas y muchos cubiertos y que las empleadas debían ponerse un delantal almidonado y guantes para servir la mesa. Asimismo, recuerda su hija que, tanto a su hermana como a ella, se les exigía un comportamiento muy formal durante las comidas, y. si por alguna razón no se portaban como correspondía, su padre no dudaba en decirle: "señoritas retírense de la mesa" y debían hacerlo sin importar si habían comido o no. Así también comenta que su padre supo contarles que su abuelo y el abuelo de Rainiero Grimaldi habían sido hermanos pero que las familias se habían mantenido separadas. Tenían en la casa un hermoso papagayo que había aprendido a hablar y a cantar en italiano, y que avisaba cuando venía algún pariente al que reconocía diciendo "mamá (refiriéndose a Argentina Vildósola), Pepita, Pepita" o el nombre de quien llegaba. Umberto era también muy afecto a la carpintería por lo que en su casa montó un pequeño taller a tal fin dotado de máquinas especializadas. En cierta ocasión, su sobrino Carlos Alejandro Soria Vildósola, quien era fanático de los zapatos bien lustrados y con brillo, le pidió que le enseñara a hacer un cajón de lustrar como el que usaban los lustradores en la calle. Fue así que, bajo las indicaciones de su tío Humberto, Carlos Alejandro construyó un cajón perfecto que contaba en su parte superior con una horma o huella de pie de un zapato para poder calzar allí el mismo y así poder lustrarlo y sacarle brillo; a un costado del cajón, se subía una tapa que dejaba al descubierto dos compartimentos para guardar en uno la pomada, la tinta, la gamuza y los cepillos de color marrón y en el otro los mismos elementos para el color negro. Este cajón es aún conservado por los hijos de Carlos Alejandro.
El matrimonio formado por Argentina y Umberto, tuvo dos hijas, la primera María Elizabet a quien llamaban Coti, y la segunda, Mercedes Beatriz a quien llamaban Potoca.
Alrededor de 1962, Maria Elizabet contrajo nupcias con Rafael Lagar. Para esta ocasión armaron en la casa paterna un altar y el padre Augusto Scatolón vino a celebrar la ceremonia. Luego la pareja estableció su domicilio en la calle Romualdo Gauna a pocas cuadras del de sus padres y tuvieron cuatro hijas mujeres. Humberto Grimaldi falleció el 26/12/1964. La muerte lo encontró entretenido en su taller de carpintería.
En la heredad de los Vildosola Izurco siguieron viviendo Raúl Vildosola Galdis y su hermana Argentina con su hija menor Mercedes Beatriz Grimaldi Vildosola.
Raúl, al que todos apodaban “pila” menos su sobrino Carlos Alejandro quien lo llamaba cariñosamente “tío Vildo”, había sido estudiante de odontología en la facultad de Rosario. Cierto día, mientras miraba como afilaban unos cuchillos, una partícula de metal se le incrustó en el ojo haciéndole perder la vista del mismo, razón por la cual tuvo que abandonar sus estudios y volvió a la ciudad de la Banda (Santiago del Estero) en donde vivió con su hermana Argentina hasta el final de sus días. Allí instaló una agencia de lotería en la habitación que daba a la calle.
Raúl tenía un temperamento muy especial, le gustaba mucho hacer bromas y daba la impresión de que nunca hablaba en serio. En cierta ocasión le confesó a su sobrino Carlos Alejandro, a quien quería muchísimo y quien lo visitaba todos los domingos, que le gustaba una joven maestra que siempre venía a comprarle un número de la lotería. Al parecer, se había enamorado de ella como un adolescente y le pedía a su sobrino que lo llevara en auto y lo hiciera pasar por la casa de dicha señorita. Probablemente algo tímido y consciente de la diferencia de edades, jamás se animó a decirle una palabra.
La noticia de la enfermedad mortal de su hermana y el progreso de su glaucoma, en el único ojo por el que veía, debieron afectarlo muchísimo; sin duda pensaba que sería de su vida si moría Argentina y el quedaba ciego sin posibilidades de seguir trabajando. Exteriormente siguió siendo el mimo bromista de siempre, pero, de vez en cuando, como al descuido, dejaba escapar frases como la de “me voy a suicidar, si, si, me voy a suicidar porque no quiero ver la muerte de mi hermana”; todo ello dicho en tono de chiste como él siempre hablaba por lo que nadie tomaba en serio sus palabras. Incluso comentaba detalles de cómo iba a llevar a cabo el suicidio indicando donde iba a poner el sillón en el patio donde se sentaría, el espejo que llevaría para poner en frente y así mirarse y asegurar lo certero del tiro en su cabeza que pensaba ejecutar. El luego se reía y los sobrinos le decían riendo también que dejara de hablar tonterías. Cierto día, se presentó en Santiago y les dijo a los miembros de su familia “vayan a almorzar temprano porque a la una me voy a suicidar y van a tener que ir rápido a La Banda”, por supuesto que todos le respondían diciéndole que dejara de hablar zonceras, pero esta vez no se trató de una de sus bromas. Raúl volvió a La Banda, dejó una nota diciendo “He decretado mi suicidio y hoy lo cumplo”. Después buscó una hermosa biblia que él tenía, con los bordes de las hojas dorados, y escribió en ella una dedicatoria dirigida a la maestra de la que estaba enamorado diciéndole que le dejaba esa biblia un minuto antes de su muerte; sin dudas una forma de declararle su amor haciéndole saber que había pensado en ella hasta el último momento de su vida. Luego se disparó en la cabeza tal como lo había anunciado. No se sabe si la chica habrá interpretado su declaración de amor. Esto sucedió el 28/05/1967. Dos años después, el 09/01/1969, fallecía Argentina Vildósola Galdiz, víctima del cáncer, quedando sola, en la casona Vildosola Izurco, Mercedes Beatriz, quien se debió hacer cargo de la agencia de lotería de su tío Raúl.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Mercedes Beatriz se casó con Leonardo Víctor Everlé en 1970 y tuvieron dos hijos santiagueños, María Julia y Alejandro. Por esa época, los herederos de la casona Vildosola Izurco decidieron vender la misma, junto con la casa contigua perteneciente a los Galdiz Landeta, por lo que Mercedes Beatriz y su familia decidieron radicarse en la ciudad de Alta Gracia en la provincia de Córdoba en 1982, lugar en donde habita hasta el día de la fecha. Allí nació su tercer hijo Pablo Fernando.-------------------------------------------------------
María Sara se casó con don Benigno Fraguas el 11/05/1929, fueron a vivir al Pasaje Diego de Rojas de la ciudad de Santiago del Estero y tuvieron varios hijos; el mayor, Lino Benigno (Dedé) en el año 1931 , luego Julio César (Ñato) en el 1932, después Alberto Luis (Abicho) en el 1934, lo sigue Enrique José (Maneco) en el 1936, y por último, Sara Josefina (Sarita) Fraguas Vildósola en el 1939. Cuando Sarita cumplió los nueve años de edad, toda la familia se fue a vivir a Buenos Aires.-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Perico se casó en Buenos Aires con doña María Esther de la Cárcova, y tuvo tres hijos, el mayor, José (casado con Keti y tiene dos hijos), la siguiente, María Esther (Bebi, casada con Eduardo Zalazar), y el más pequeño, Pedro Alberto (Titin, Alberto de la Cárcova, casado con Graciela Compaño y tiene cinco hijos) Vildosola Carcova.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Los hermanos Vildósola Isurco tuvieron tres hermanas que vinieron casadas y con hijos de España. Una de ellas. Casilda Vildosola Izurco se casó con Juan Solaun y tuvo una hija, Amparo Solaun Vildósola, que luego se casó con Pedro Zanoni y vivió un tiempo en La Banda. Allí tuvieron 6 hijos: el mayor Eduardo, abogado quien se casó y tuvo 3 hijos; la segunda fue María Amparo (Pipa) quien se casó con Caputo y tuvo 12 hijos; la seguía Ñata, no recordamos su nombre, quien fue profesora de matemáticas y se casó y vivió muchos años en Bragado, (provincia de BA); el cuarto hijo Raúl, también se casó y tuvo 4 hijos; luego sigue Teresa casada con Gianoni, que vive actualmente en la Banda y tuvo tres hijos; finalmente. el menor, no recordamos su nombre, le decían Negro y tuvo 11 hijos. Cuando Pedro Zanoni fue nombrado diputado nacional, toda la familia, menos Teresa, se mudó a Buenos Aires donde se quedaron ya a vivir. Los restos de Casilda Vildosola Izurco (fallecida el 14/10/27) y de Juan Solaun (fallecido el 26/11/38) descansan en el Panteón de los Españoles del Cementerio de La Misericordia en la ciudad de La Banda.
Otra de las hermanas de los hermanos Vildósola Isurco se casó con Jimeno, tuvo dos hijas, Pepita y Rosita Jimeno Vildósola, que se casaron con dos hermanos Simoneta y vivieron en Buenos Aires. La otra hermana, Venancia Vildósola Izurco, se casó en la ciudad española de Burgos con Marcelino Iñiguez Diez y tuvieron una hija llamada Casilda que vino a la Argentina con tres años de edad. Casilda Iñiguez Vildósola, se casó primero con Severino Rodriguez, un señor que tenía un almacén de ramos generales en Anatuya, y tuvo con él dos hijas: Blanca Rodriguez Iñiguez que murió soltera, e isabel (Chabela) quien se casó con un marino entrerriano llamado Marcelo Sol y tuvo tres hijos, Marcelito, Mariana y Enrique. Casilda Iñiguez Vildósola enviudó muy joven y se fue a vivir a Buenos Aires donde se casó con Homero Manzione (Homero Manzi), y tuvo un hijo llamado Homero Luis Manzione Iñiguez Vildósola (Acho Manzi) quien fue un poeta y músico argentino dedicado al género del tango
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José Vildósola
José Vildósola
Josefa Vildósola Galdiz (Pepita) en su primera comunión
Josefa Vildósola Galdiz (Pepita)
Josefa Vildósola Galdiz (Pepita)
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