Carlos Alejandro Soria Vildòsola

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Lugar: Argentina

miércoles, 20 de julio de 2016

SOLEDAD


Recuerdas es verano...
 aquel parque de pinos...?
 Aún me traen su fragancia
 los atardeceres tibios.
 Caminábamos muy juntos
tus dedos entre los míos
y el viento inquieto jugaba
con tu pelo y con el mío.
Los pájaros entonaban
sus más melodiosos trinos
armando alegre alboroto
 al volver para sus nidos...

Pasó mas de medio siglo...
tú ya no estás y el parque
ya no es el mismo...
El viento sigue jugando
con mi pelo y mi vestido
y yo escucho los gorjeos
 de las aves en sus nidos
y el murmullo de los árboles
que susurran: Él se ha ido...


El año pasado hubiéramos celebrado nuestras Bodas de Oro ...
Escribí ¨Soledad¨ tratando de sintetizar nuestra historia en pocas palabras: la primera parte expresa cuando nos conocimos en Córdoba y me ibas a buscar al Pizzurno. La pareja recién se formaba y soñaba en un futuro pleno de felicidad.
Luego la vida efue como fue.
La segunda parte muestra el final, cuando ya los hijos tienen sus propios nidos y, de los que comenzamos la historia queda solamente uno... 
Es extraño: jamás festejamos nuestro aniversario de casados. Ni una sola vez. Ni el primer año. Si vos  te acordaste nunca me lo dijiste. Yo nunca pude recordarlo. Sé que nos casamos en 1965, creo que fue en abril, el 24 o el 25,  hacen ya 51 años..
Hoy me vino a la mente y pensé que no debía pasar otra vez desapersibido. No sé por qué lo pensé...
Recordé también que  siempre que viajabas , al volver me preguntabas: ¨Me extrañaste?¨ Como si fuera posible no hacerlo: llenabas la casa con tu sola presencia. Cuando te ibas, todo era silencio. Todo sigue siendo silencio desde que te fuiste, como si te hubieras llevado también mi vida.
 Días pasados la psicóloga me dijo: ¨Di algo que defina  a María Adela¨ - Le contesté sin pensarlo: ¨María Adela nunca existió¨...

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MARÍA ALEJANDRA SORIA VILDÓSOLA
Carta a su madre - 26 de julio de 2016

Querida mamá:
       Hay cosas que nos cuesta mucho decir de frente y por eso preferimos escribir
      .Le dije a Fede que te envíe la explicación del Evangelio de hoy a propósito de tu poesía ¨SOLEDAD¨.
      La última parte de la explicación en donde dice: ¨María Adela nunca existió¨me dejó pasmada y los ojos se me abrieron para ver lo que muchos de nosotros, los hermanos, creo, no vemos.  Lo esencial es invisible a los ojos, como dice El Principito. La levadura en el pan no se ve, casi nadie se da cuenta de que está, pero sin ella el pan no tendría forma ni gusto, no sería pan.
      Quiero decirte que tu eterna postergación, tu permanente anulación, malas en si mismas, sirvieron para formar un hogar, sostenerlo, tratar en lo posible de equilibrarlo y entregarle al Señor cuatro hijos que, a pesar de sus errores y de sus heridas, son personas de bien.
      En cada uno de nosotros está tu levadura, tu ejemplo y tu sacrificio.
      Mucho se ha hablado para bien del papi, pero nadie advierte que todo se dio, en el 80 %, por tu silenciosa, invisible y profunda presencia. Yo no estaría donde estoy, ni siquiera me hubiera recibido,  sin tu permanente contención, apoyo, consejos y amor de verdad.
      Sos ¨La piedra angular que deshecharon los constructores¨.
      Te quiero desde lo más profundo de mí, mamá.

                                                                             María Alejandra